viernes, 30 de septiembre de 2011
PARA LEER
La humanidad ha sufrido desde los albores de la historia de gobernantes crueles, locos, psicológicamente débiles e incluso psicópatas que han llevado a sus pueblos a la desesperación, la tortura y la muerte.
Todos conocemos a Calígula de Roma, a Nerón o a Hitler, pero hay otros que son más desconocidos, pero no por ello más destructores o crueles.
Si Hitler tiene sobre su nombre la cifra de 6 millones de muertos, no hay que olvidarse de Pol Pot al que se le adjudican casi 2 millones de muertos y desaparecidos en su país Camboya o de José Stalin que se lleva "el gran honor" de hacer desaparecer unos 10 millones de personas en sus famosas purgas ideológicas.
Todo el alumnado conoce la barbarie del nacional socialista (nazi) Hitler pero desconocen el terror que se propagó por la Europa del Este después de la II Guerra Mundial el psicópata comunista Stalin hasta el día de su muerte.
Este libro está narrado en primera persona por una mujer, profesora de Historia en la Universidad y miembro del Partido Comunista, que por estar en desacuerdo con algunas de las actitudes que se estaban llevando a cabo en su tierra, fue acusada y condenada a un "gulag" (campo de concentración) en Siberia, llamados campos de trabajo por el régimen y que fueron la tumba de millones de personas, que morían de hambre y frío en las vastas regiones siberianas donde el invierno es lo más parecido a un infierno de hielo y frío.
Evgenia nos narra en este libro las vicisitudes a las que se tuvo que enfrentar por el simple hecho de ser coherente con su propia ideología y su despertar al terror instaruado por el poder para quebrantar la libertad individual del ser humano.
Pensamos que es un libro que debería conocerse, para el alumnado de Secundaria, una forma de ampliar su conocimiento de la locura que se pueda instaurar en el propio individuo y que hay que conocer para que no pueda repetirse en el futuro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario